En la crianza respetuosa, el apego es uno de los pilares clave. Este concepto, introducido a mediados del siglo pasado por el psicoanalista John Bowlby, subraya cómo la respuesta materna influye en el desarrollo psicobiológico del bebé. Sin embargo, durante mucho tiempo, el papel del padre en este proceso no ha recibido la atención necesaria.
Por suerte, en los últimos años, ha surgido un mayor reconocimiento del apego paterno y de su impacto positivo en el desarrollo emocional, físico y cognitivo de los pequeños.
En este artículo, exploraremos cómo fortalecer el apego paterno y cuáles son los numerosos beneficios de un vínculo sólido y amoroso entre papá e hijo.
¿Pueden los padres ser una figura de apego?
Los seres humanos nacen con una necesidad innata de formar vínculos afectivos duraderos, y los padres son una de las primeras y más importantes figuras de apego en la vida de los niños. Si bien, a lo largo de la historia, el peso principal de este apego ha recaído sobre la madre, en las últimas décadas, el cambio en los roles y modelos familiares ha llevado a un mayor reconocimiento de la importancia del apego paterno.
¿Cómo se produce el apego paterno?
El apego paterno se desarrolla cuando el papá responde de manera sensible y adecuada a las necesidades del bebé. Esto se da, por ejemplo, al identificar los diferentes tipos de llanto, como el de hambre, sueño o frío, y proporcionarle una respuesta oportuna y afectuosa. Gracias a la continuidad de estas respuestas, se teje una red afectiva sólida. Y es que el bebé comienza a sentirse seguro en sus brazos, ya que percibe que puede confiar en él para satisfacer sus necesidades.
En ciertas ocasiones, las respuestas no serán tan perfectas como nos gustaría. Es normal. De hecho, hay situaciones en las que será muy difícil poder satisfacer las necesidades de tu bebé con la rapidez o de la manera que necesita. Sin embargo, lo importante es crear un vínculo de calidad a lo largo del tiempo.
Hay que tener en cuenta que, desde antes de los seis meses, los bebés empiezan a desarrollar patrones de conducta en respuesta a cómo se satisfacen sus necesidades. En este proceso, cuantas más figuras de apego tenga el pequeño, mejor será su desarrollo emocional y social. Por este motivo, el papel del papá sensible es tan importante, ya que su participación activa enriquece de forma significativa el entorno afectivo del niño.
¿Cómo potenciar el apego paterno?
El proceso de generar apego paterno puede empezar incluso antes del nacimiento. De hecho, si el papá está presente en el parto, este vínculo se fortalece. A continuación, te presentamos algunas formas de potenciar este vínculo:
- Participación desde el embarazo: la involucración paterna desde el principio en las visitas médicas, los preparativos y las conversaciones, ayuda tanto al papá como a la pareja a conectarse con el pequeño que está en camino.
- Contacto piel con piel: desde el momento del nacimiento, el contacto físico es esencial, ya que aporta seguridad y bienestar al recién nacido.
- Involucrarse en las rutinas diarias: la participación activa en las tareas cotidianas refuerza la confianza del niño en su entorno, y ayuda a establecer una base sólida de apoyo y seguridad. Por ejemplo, cuando el papá responde al llanto del recién nacido cuando necesita un cambio de su pañal o le canta para que se duerma, además de generar un momento hermoso, promueve un ambiente familiar de cuidado.
- Dedicar tiempo exclusivo y de calidad: jugar no es solo una actividad natural y fundamental para el desarrollo y el aprendizaje de los niños, sino que, además, es uno de los mejores canales para generar un vínculo entre los papás y los hijos. De ahí que sea tan importante que jueguen a la pelota, con autitos, muñecas, lean, canten o dejen volar su imaginación. Lo fundamental es crear un espacio donde el papá y el hijo disfruten.
Beneficios del apego paterno
Cultivar el apego paterno desde las primeras etapas de la vida tiene un impacto positivo en el desarrollo de tu bebé. A continuación, destacamos los principales beneficios de cuidar el vínculo entre el papá y el pequeño:
- Desarrollo emocional saludable: un buen apego con el papá ayuda a los niños a desarrollar una mejor regulación emocional, lo que les permite manejar sus sentimientos de forma más efectiva.
- Mejora de la autoestima: los niños que tienen un vínculo cercano con su papá tienden a tener una mayor autoestima y confianza en sí mismos, lo que les beneficia en diversas áreas de la vida.
- Fomento de habilidades sociales: la relación positiva con los papás impulsa el desarrollo de habilidades sociales y la capacidad de relacionarse con otros, lo que es muy importante para la formación de amigos y relaciones saludables.
- Aumento de la resiliencia: los niños que experimentan un apego seguro pueden manejar mejor el estrés y la adversidad.
- Desarrollo cognitivo: la participación activa del papá en actividades de juego y aprendizaje, estimula el desarrollo cognitivo y el pensamiento crítico en los niños.
- Establecimiento de límites: la figura del papá puede ayudar a establecer y mantener límites saludables, lo cual es esencial para el desarrollo de la disciplina y la responsabilidad.
- Promueve la diversidad: el papá puede ofrecer otra perspectiva de la crianza que complemente al de la mamá. De esta forma, se enriquece la experiencia de los niños.
El valor del apego paterno en el desarrollo infantil
En definitiva, los beneficios de fortalecer el apego paterno van más allá de estrechar la relación entre el papá y el hijo. De hecho, esta conexión es una pieza clave para el desarrollo de los niños y juega un papel crucial en la construcción de una familia más equilibrada y saludable.
Y es que la implicación paterna promueve una crianza más consciente y equitativa, ya que los niños crecen viendo a ambos padres como figuras de apoyo, cuidado y orientación. De ahí que el apego paterno no solo enriquezca la vida del pequeño y de la familia, sino que también sienta las bases para un futuro más inclusivo y comprensivo.
FAQs
¿Qué es el apego paterno?
El apego paterno es el vínculo emocional que se establece entre un padre y su hijo, basado en la respuesta sensible y constante a las necesidades del niño, lo que contribuye a su desarrollo emocional y psicológico.
¿Cómo saber si mi hijo tiene un buen apego?
Un buen apego se refleja en la seguridad y confianza del niño hacia su padre. Si tu hijo busca consuelo en ti cuando está angustiado, se siente seguro a tu lado y muestra afecto, son señales de un apego saludable.
¿Cómo puedo fortalecer el apego con mi bebé?
Dedica tiempo de calidad, responde de manera sensible a sus necesidades, y participa de manera activa en su vida diaria, desde el juego hasta las rutinas cotidianas, para fortalecer el vínculo entre ambos.
Fuentes relevantes de información:
- http://cybertesis.uach.cl/tesis/uach/2013/fma283i/doc/fma283i.pdf
- https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=281921800005
- http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/rev_gmc/article/view/23025
- Portu Zapirain, Nerea; Eceiza Arratibel, Maite LAS RELACIONES DE APEGO CON EL PADRE Y LA MADRE EN LA SEGUNDA INFANCIA Y SU RELACIÓN CON LA AUTOESTIMA International Journal of Developmental and Educational Psychology, vol. 1, núm. 1, 2012, pp. 177-187 Asociación Nacional de Psicología Evolutiva y Educativa de la Infancia, Adolescencia y Mayores Badajoz, España.