Hacia un mundo nuevo

Prepararse para el jardín infantil

Educación

 

Después de la crianza de los primeros años de vida, llega un momento trascendental para el niño y toda su familia: el inicio de la escolaridad con el jardín infantil. Esto marcará un cambio definitivo para tu guagua que empezará a salir de la casa y se abrirá a nuevas personas, experiencias y grandes aprendizajes.

El acompañamiento de los padres en el inicio de la etapa escolar es crucial para lograr una adaptación más que adecuada. No solo son los niños los que deben enfrentarse a lo desconocido, sino que también los propios padres deben acostumbrarse a alejarse de sus hijos por algunas horas y confiar en la interacción que van a comenzar a tener con compañeros y docentes.

Llegado el momento del inicio del jardín infantil muchos niños ya habrán pasado por una guardería y para muchos otros será la primera vez fuera de su hogar y sin la compañía de sus padres. Estas diversas realidades van a marcar sin duda cómo van a reaccionar ante la nueva experiencia.

Lo primero que hay que saber es que el comienzo de esta etapa trae aparejado lógicamente un cambio importante de rutinas de horarios y también de actividades. Teniendo en cuenta estas cuestiones generales, es recomendable siempre aferrarse a pequeños pasos. Un período de adaptación y preparación durante semanas antes del inicio de la nueva rutina es clave para no tener sobresaltos.

Y en esa búsqueda por generar las mejores condiciones para que tu hijo se adapte rápidamente al inicio del jardín infantil, es recomendable prestarle atención a temas claves: 

El pañal

Al momento de comenzar el inicio del ciclo de escolaridad tu guagua ya tendrá que tener superado el uso del pañal. Habitualmente se hace referencia al verano como la estación del año ideal para lograr este objetivo, pero lo real es que no existe ese momento determinado ya que esto va a depender de cada bebé.

En esa misma línea es importante aclarar que el pañal no se quita, sino que se deja. Los padres deberán trabajar en los estímulos con la suficiente antelación al momento en el que se necesita que el niño ya no esté con pañal. No se trata de una cuestión de un día para otro ni tampoco de una imposición.

Lo mismo ocurre con los biberones y chupetes. Para el inicio del jardín infantil tu niño ya no debe necesitarlos y para eso hay que trabajar con mucha anticipación. El cambio se da de forma paulatina, es por eso que en esta etapa la planificación es un arma más que valiosa.

El relato de lo que viene

Guiar a tu hijo en cada uno de los pasos es un valor fundamental para poder acompañar al niño durante todos los procesos que atraviese. Al momento de dar un paso tan trascendental como este es más que aconsejable y la necesidad de las palabras se acrecienta. No implica demasiada dificultad esta tarea, relatando lo que va a venir de manera positiva y con alegría basta como para dejar al niño tranquilo.

Salir de la casa, tener más contacto con lo desconocido 

Otra de las recomendaciones habituales para preparar a tu hijo para el inicio del jardín infantil es comenzar a generar contacto con el afuera. Siempre es útil comenzar a planear más actividades grupales con otros niños en los meses previos a la inserción del ciclo escolar.

De esta manera se logra una adaptación más rápida y menos traumática. El contacto con sus compañeros será similar al que ya tuvo en algunos juegos en una plaza o parque. Esas relaciones espontáneas serán más que útiles en esta etapa.

No les pases el celular, haz actividades creativas en la casa

Una de las cuestiones con la que se topan los niños al comenzar el jardín infantil es el dinamismo y el cumplimiento de múltiples actividades. La creatividad de las maestras busca despertar un interés por aprender algo nuevo.
Sin embargo, el camino debe comenzar en casa fomentando actividades creativas y preparando al niño para eso. El peor enemigo es el celular y es por eso que no se recomienda tener este aparato como solución a la impaciencia de un niño que solo quiere atención. 

El arte de escuchar 

Si bien al tratarse de un niño muy pequeño muchas veces se le resta importancia a lo que puede llegar a decir, lo cierto es que hay que expresarle suma atención a todo aquello que se comunica. Para tu hijo es un momento crucial, estará atravesando una situación desconocida.

Habitualmente los padres con sus guaguas mantienen una comunicación con un única dirección, es necesario que sea bidireccional y que esa escucha se profundice semanas antes del inicio del ciclo escolar para acompañarlo adecuadamente.

El momento de despedirse

Uno de los momentos más importantes de esos primeros días del jardín es la despedida. Si bien no es algo que se pueda replicar en la casa porque un simulacro no provocará las mismas sensaciones que en la realidad, lo cierto es que si puedes hablarle a tu hijo de ese momento en el que le soltarás la mano para que se quede con la maestra.

Se puede hacer más amena la despedida con una canción, un gesto o saludo especial que se utilice exclusivamente en ese momento. De esa manera se logra que el niño tome con mucha más naturalidad la despedida.

Familiarizarse con el aula 

En el caso de que sea posible, siempre es recomendable poder conocer el aula antes del comienzo de las clases. Muchas instituciones están atentas a estos detalles y le dan la posibilidad a los padres de llevar a sus hijos unos días antes del comienzo del ciclo lectivo para que conozcan el espacio y puedan adaptarse más rápidamente. Esto va a generar más comodidad y confianza.

Hacer juegos de rol para simular la estadía en el aula

Otra de las cuestiones fundamentales a la que hay que prestar atención es que al momento del inicio del jardín infantil los padres ya no estarán para hacer todo por su hijo. Si bien las maestras están para acompañarlo en este proceso de fortalecer su independencia, resulta siempre positivo poder preparar al niño en la casa.

Se puede organizar un juego de rol en el que el niño simula las acciones que va a realizar dentro de un aula. Abrir el cuaderno, ponerse la mochila, abrocharse las zapatillas, dejar un abrigo en un gancho, etc. Todo se puede practicar bajo la excusa de un juego de quien lo hace más rápido, por ejemplo.

Los 10 detalles en lo que no puedes fallar para una buena adaptación

1. Una cuestión más que común es que tu hijo llore mientras entra el jardín, pero igual de habitual es que lo haga sin llorar durante los primeros días y después se angustie. No hay que sorprenderse ya que la adaptación y acostumbramiento a la nueva actividad se da de manera progresiva y en la misma hay que contemplar los altibajos. Hay que confiar en la maestra que lo ayudará a superar ese momento.

2. No hay preguntas de más o exageradas. Ante cualquier inquietud es necesario recurrir a la maestra. En los primeros días será crucial mantener una comunicación fluida con las personas que están a cargo del niño.

3. Respeta los horarios que están establecidos durante toda la adaptación.

4.En el caso de que tu niño quiera llevar un juguete que aprecia mucho y que tiene un alto valor afectivo para él, es bueno que lo consultes con la maestra. Lo más común es que permitan que ingrese con el juguete porque ese objeto propio le puede brindar seguridad dentro de un ambiente desconocido.

5. No te preocupes si aparecen en tu niño síntomas como el enojo, dificultades para dormir y dolores estomacales. Este tipo de reacciones son normales, solo habrá que reforzar el acompañamiento y darle tranquilidad a tu hijo. 

6. Las comparaciones no son buenas y por eso es importante evitarlas. Hay que tener claro que cada niño es único y que su adaptación también lo será. Es por eso que es inútil establecer comparaciones con el desenvolvimiento de un amigo o familiar.

7. La adaptación al jardín inicial es un momento de cambio muy importante. Se recomienda en ese momento mantener todo sin grandes sobresaltos. Por ejemplo: no es el mejor momento para mudarse.

8. Nunca llegues tarde a buscarlo porque se puede angustiar.

9. Respeta las normas de la institución. Hay que confiar en los docentes que definirán cuánto tardará el proceso de adaptación. 

10. Nunca te vayas sin que tu hijo te vea. Lo más recomendable es despedirse diciéndole que pronto volverás para retirarlo. Esas palabras le van a generar tranquilidad.