Durante los primeros años de vida, cuidar a tu guagua implica estar atenta a muchos aspectos, entre ellos, su salud. Aunque algunas enfermedades infantiles ya nos resultan familiares, hay otras que pueden sonar nuevas o poco conocidas. Una de ellas es el virus boca-mano-pie.
Si bien el nombre de esta enfermedad puede sonar curioso o incluso un poco extraño al principio, no hay que preocuparse. El virus boca-mano-pie es más común de lo que parece y en la mayoría de los casos se presenta de forma leve y se resuelve sin complicaciones.
Por este motivo, conocer mejor qué es el boca-mano-pie, su contagio, síntomas y cuánto dura, no solo te ayudará a sentirte más tranquila, sino también te permitirá acompañar a tu guagua con mayor confianza en este proceso. Y si todavía te queda alguna duda, recuerda que siempre puedes contar con el apoyo de los profesionales de la salud para orientarte.
¿Qué es el virus boca-mano-pie?
La enfermedad de boca-mano-pie es una infección viral leve y contagiosa causada habitualmente por el virus Coxsackie. Por lo general, afecta a niños menores de 5 años y se manifiesta con llagas, erupciones o ampollas. Si bien es más común en la infancia, también puede presentarse en niños mayores e incluso en adultos.
Virus boca-mano-pie: contagio
Este virus se transmite con bastante facilidad, sobre todo en lugares donde los niños comparten tiempo, juegos y objetos, como jardines infantiles o guarderías. El contagio puede producirse por contacto directo con una persona infectada, con sus secreciones o con superficies contaminadas.
En general, el periodo de mayor contagio es durante la primera semana de la enfermedad, aunque algunas personas pueden seguir transmitiéndolo incluso cuando ya no tienen síntomas.
Guardería y jardín infantil, dos puntos críticos
Tanto en las guarderías como en el jardín infantil, el uso compartido de materiales, los juegos en grupo o el simple gesto de llevarse las manos o un juguete a la boca, aumentan las posibilidades de que se propague el virus.
En estos entornos, limitar el contacto entre compañeros no solo es difícil, sino que además no ayudaría al proceso de socialización de los pequeños. Por este motivo, en casa conviene prestar atención para detectar posibles casos en el entorno y si es necesario poder reforzar las rutinas de higiene, así como mantener una buena comunicación con los demás padres.
Boca-mano-pie: el virus y los síntomas
Los síntomas del virus boca-mano-pie pueden variar un poco según cada caso y su intensidad dependerá de cómo se evolucione la infección en cada niño. Aunque algunos de los síntomas se pueden confundir con la varicela, ambas enfermedades son causadas por virus distintos y afectan a diferentes zonas del cuerpo.
Aquí destacamos las señales más habituales del virus boca-mano-pie:
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Fiebre. Suele ser uno de los primeros síntomas, que puede ir seguido de dolor de garganta o abdominal.
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Llagas dolorosas en la boca. Este es uno de los síntomas que más incomoda a las guaguas, ya que puede hacer que les cueste comer o tomar líquidos con normalidad. En este caso, lo más importante es asegurar una buena hidratación.
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Ampollas o erupciones en las palmas de las manos y plantas de los pies. Estas erupciones se presentan como pequeñas vesículas que con el paso de los días forman costras. Además, pueden causar picazón, por lo que es importante ayudar a los niños a evitar rascarse para no irritar la piel ni alargar el proceso de curación.
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Lesiones en las piernas, antebrazos o glúteos. Aunque son menos comunes, también pueden aparecer en piernas, antebrazos o glúteos.
Es muy poco frecuente, pero ciertos tipos de enterovirus pueden causar complicaciones más serias, como inflamación cerebral, problemas respiratorios o cardíacos. En bebés recién nacidos, que aún no tienen completamente desarrollado su sistema inmune, el riesgo de complicaciones puede ser un poco mayor. Por eso, ante cualquier duda, siempre es buena idea consultar con el pediatra.
Virus boca-mano-pie: ¿cuánto dura?
En la mayoría de los casos, el virus boca-mano-pie no requiere tratamiento médico y se resuelve por sí solo en casa. El diagnóstico se realiza mediante un examen físico, sin necesidad de pruebas de laboratorio, y la recuperación suele producirse en un plazo de entre siete y diez días.
Boca-mano-pie: prevención de contagio y tratamiento
Aunque el virus boca-mano-pie no tiene un tratamiento específico, lo más importante es saber cómo prevenir el contagio y cuidar al bebé mientras dura la enfermedad. Con algunas medidas sencillas, como las siguientes, se puede reducir el riesgo de infección y ayudar a proteger a toda la familia:
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Lavarse las manos con frecuencia. Limpiarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos es una de las acciones más efectivas para evitar el contagio. Es fundamental hacerlo después de ir al baño, cambiar pañales, limpiarse la nariz, toser o estornudar, y también antes de preparar o consumir alimentos. Si no se dispone de agua y jabón, se puede usar un desinfectante de manos a base de alcohol.
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Enseñar buenos hábitos de higiene. Aunque pueda llevar tiempo, enseñar a los niños a no llevarse las manos u objetos a la boca es clave.
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Desinfectar las áreas comunes. En casa o en centros infantiles, conviene limpiar las superficies y objetos que se tocan con frecuencia, como pestillos, mesas o juguetes, con agua y jabón. Hay que tener en cuenta que un virus puede sobrevivir varios días en las superficies de las áreas comunes.
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Evitar todo tipo de contacto cercano. Como se trata de una enfermedad muy contagiosa, lo ideal es que los niños con síntomas no acudan a la guardería o jardín infantil hasta que estén completamente recuperados. Además, si algún familiar está enfermo, conviene mantener cierta distancia.
Cuándo debo consultar a un médico
En la mayoría de los casos, el virus boca-mano-pie se resuelven en pocos días sin necesidad de atención médica. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que puede ser recomendable consultar con un pediatra:
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Si tu guagua tiene menos de seis meses, es buena idea pedir una opinión profesional, ya que su sistema inmunitario aún está en desarrollo.
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Si el bebé presenta muchas llagas en la boca o dolor al tragar que le impide alimentarse o hidratarse con normalidad.
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Si los síntomas se prolongan más de diez días sin mejoría. Aunque no suele ser lo habitual, ante cualquier duda siempre es mejor consultar y quedarse tranquilo.
Cuidar con calma: el poder de tu compañía
Si es la primera vez que te enfrentas a este virus, más allá de conocer qué es el boca-mano-pie, el contagio y los síntomas, lo importante es poder mantener la tranquilidad para acompañar a tu bebé durante la recuperación.
Recuerda que cada niño atraviesa la enfermedad a su ritmo y tu presencia es su mayor refugio. Además, si en algún momento tienes dudas, los profesionales de la salud están para ayudarte, orientarte y resolver cualquier inquietud que tengas.
FAQs:
¿Cómo saber si es boca-mano-pie?
Los primeros signos suelen ser fiebre, llagas dolorosas en la boca y erupciones con ampollas en las manos, pies y a veces en glúteos o piernas. Si notas estos síntomas, es probable que se trate de este virus.
¿Cómo se cura el boca-mano-pie?
El virus boca-mano-pie no requiere tratamiento específico. Suele mejorar con reposo, buena hidratación y cuidados para aliviar las molestias. También es importante evitar que el niño se rasque para no irritar la piel. En general, se resuelve por sí solo en unos siete a diez días.
¿Cuánto tiempo es contagioso el boca-mano-pie?
Durante la primera semana es más contagioso, aunque el virus puede seguir presente en el cuerpo durante varias semanas, incluso aunque no hayan síntomas.
¿Cómo empieza la boca-mano-pie?
Esta enfermedad se suele manifestar primero con fiebre leve, malestar general y dolor de garganta. Luego aparecen las llagas en la boca y las erupciones en manos y pies.
Fuentes relevantes de información: