Está comprobado que los padres tienen un rol más que destacado para fomentar el correcto desarrollo de sus hijos. Esto no solo se reduce a cuestiones de cuidado, brindar confortabilidad y asegurar su correcta alimentación, sino también a garantizar el aprendizaje diario mediante experiencias lúdicas.
Ni bien salen de la guata de su madre, los guaguas están inmersos en una etapa de maduración, crecimiento y aprendizaje que busca fomentar su desarrollo pleno. En los primeros meses y años de vida, los niños se van superando poco a poco con logros trascendentales que se perpetúan en la infancia, la adolescencia, la adultez y la vejez.
Durante la primera etapa tu guagua no tiene capacidad intelectual que le permita poder comprender conceptos, repensar y hacer reflexiones. En esos contados meses de vida todo se reduce a vibrar con sensaciones como factor determinante para su desarrollo.
Está claro que el bebé aprende, madura y se desarrolla mediante estímulos sensoriales que puede obtener, por ejemplo, a través del juego. De ahí la importancia de la cuestión lúdica en el desarrollo y el rol activo que deben tener los padres para poder fomentar este proceso.
Madre, padre, hermanos y la familia en general deben comprender que la tarea de estimular mediante el juego es una tarea más que importante para el niño. Más allá de la sensación gratificante que genera poder compartir un espacio de diversión con el bebé, hay que tener en claro que este tipo de actividades lo ayudará a explorar un mundo desconocido mientras fortalece su vínculo con nosotros.
Si bien el juego es trascendental durante toda la infancia, en este caso las recomendaciones se centrarán en los guaguas que tienen aproximadamente un año. Durante ese tiempo le darán lugar a una curiosidad gravitante para la aprehensión y comprensión que se manifiesta en lapsos cortos de tiempo, pero que resultan sumamente efectivos para el objetivo final.
A continuación, 10 modos de jugar para estimular el desarrollo del guagua:
Historias que son canciones y cuentos
Los cuentos y las canciones suelen relacionarse con la etapa de inicio de la escolarización de los niños, pero deberías saber que a tu guagua le encanta escuchar tu voz y mediante ella aprende mucho. Por eso se recomienda narrar historias interpretando a diferentes personajes con diferentes voces, tonos y exagerando expresiones. Segundo a segundo va a seguir lo que dices, intentará imitarlo y desarrollará el sentido de la audición.
Hazle muchas muecas
La mueca es una de esas técnicas a las cuáles tu guagua no va a poder resistirse. La reacción ante una cara graciosa es inmediata y les resulta estimulante. Soltará una carcajada, otra y otra. En el transcurrir, buscará comprender la forma en que se hacen esos movimientos e intentará imitarlos para quedarse con ese nuevo conocimiento. Esta actividad también fomenta el aprendizaje del lenguaje oral y corporal.
Probar los reflejos
Uno de los objetos estrellas de la casa para fomentar el desarrollo del guagua es el espejo. Los niños quedan imantados con el reflejo, intentan tocarlos y alcanzarlos, mientras después comprenden que no se trata de otra persona sino de su propia figura. Este encuentro con ellos mismos abre un universo desconocido hasta ese entonces.
Se recomienda ponerlos frente al espejo, hacer juegos de reconocimiento, señalar y jugar a las escondidas. El hecho de aparecer y desaparecer en instantes es algo que les fascina. No solo le arrancará hermosas sonrisas, sino también favorecerá a lo cognitivo y visual.
Las sombras, otras aliadas
El juego con sombras comparte parámetros similares con el espejo. El factor de duplicación o reflejo es algo fascinante, especialmente en los guaguas que promedian los seis meses de vida. En primera instancia ese reflejo oscuro tiene características casi mágicas que van entendiendo con el paso del tiempo.
Poder utilizar objetos, estimular la visión de figuras y animarse a improvisar historias mediante el uso de las manos son momentos que no olvidarán y de los cuales van a aprender mucho.
Jugar con agua
Esta recomendación es de suma utilidad no solo para fomentar el desarrollo intelectual del bebé, también puede ayudarte cuando no quiera bañarse. Convertir la bañera en un juego es una técnica sencilla que te resultará muy efectiva. Muchos juguetes, chapotear y divertirse. En estas situaciones puede comenzar a tener los primeros acercamientos con la temperatura y las diferencias entre lo sólido y lo líquido.
Burbujeo
Ya sea en la bañera, en cualquier parte de la casa o al aire libre, las burbujas de jabón son otro elemento al que se puede recurrir para estimular de manera práctica y sencilla a tu guagua. Solo tienes que lanzar algunas burbujas al aire para que el niño intente atraparlas o cazarlas. Con este sencillo juego se activa el sentido de la vista, la atención y la psicomotricidad en general.
Construir y tirar torres
Hay una actividad común que pese al paso del tiempo sigue siendo igual de gratificante para los bebés: construir y tirar torres. Este juego que se puede desarrollar con bloques de plástico, madera u otro tipo de material, básicamente se relaciona con la psicomotricidad y el control de su propio cuerpo. Más allá de lo divertido que les resulta darle forma a figuras y derribarlas, lo más importante es que de manera paulatina el guagua comienza a tomar noción de la relación causa-efecto que desencadena el movimiento de sus manos y pies.
Activar el seguimiento
Los colgantes de la cuna pueden ser un juego más que estimulante para el guagua durante los primeros años de su vida. Mientras está recostado, puedes mover un objeto para acercarlo y alejarlo. La idea es que lo pueda seguir con la mirada e intente atraparlo. Durante los primeros meses es clave tener a mano colores que puedan contrastar entre sí para que el acto de reconocimiento sea más notorio y genere un aprendizaje mucho más efectivo.
Ruidos para descubrir
Otra de las prácticas que se pueda recomendar es un juego más que fácil que consiste en hacerle escuchar a tu bebé sonidos. Mediante esta actividad puedes descubrir la capacidad auditiva que posee el pequeño.
Para estimularlo, solo tienes que poner un objeto que haga ruido cerca, pero que no esté a la vista. Al activar una radio, un despertador o simplemente apretar un juguete, podrás ver el nivel de reacción de tu bebé y de qué manera hace un seguimiento de la trayectoria de algo intangible como es el sonido.
El baile
La música ayuda a calmar a los guaguas y mediante el balanceo mejoran su equilibrio y la coordinación. Se recomienda hacer que mueva el cuerpo tomándolo de los brazos, los pies y la cadera. Por otro lado, esto también favorece a la comprensión del oído y el lenguaje ya que en poco tiempo tratará de imitar los sonidos.
¿Por qué es tan importante el juego para estimular?
Los guaguas pueden aprender a través de la experimentación, a través de las sensaciones y para ello es clave que los padres puedan estimularlos mediante el juego. Los sentidos los vinculan directamente con aquello que los rodea y permite que comiencen a comprender el mundo en el que están inmersos.
Mediante las experiencias que va viviendo el guagua poco a poco crea estructuras mentales complejas, aunque parezca descabellado pensarlo. Si bien hay una capacidad inferior para el razonamiento, en comparación a una persona adulta, en esta etapa abren sus alas y sobrevuelan por sobre los campos del aprendizaje.
De manera tal que ese bebé al que se lo estimula con un simple juego, en esa instancia ya experimenta diferentes sensaciones y madura sus estructuras cerebrales, es decir que crecen y se desarrollan. La clave a comprender es que esa preciada experimentación se consigue a través del juego, un canal potenciador del desarrollo cognitivo.
Cuando se intenta explicar la importancia de jugar con el guagua, los padres deberían comprender que es el mecanismo más eficiente con el que ellos cuentan para comunicarse, experimentar, sentir y aprender. Jugar con tu bebé no es actividad secundaria, es primordial y de suma importancia.
Partiendo de esa base, el rol de los padres se debe estructurar sobre los cuidados, el acompañamiento y el fomento del espacio lúdico. No dedicar el tiempo suficiente para jugar sería incurrir en un error que va a repercutir directamente sobre el crecimiento de tu bebé.
No tomarse el tiempo ni brindarse a un espacio de juego puede generar que el niño lo tome como algo negativo. La recreación es justamente la instancia que los niños más conocen y que necesitan para comenzar a relacionarse con el mundo. Un niño que no juega podría hasta sentir que sus progenitores no le dan importancia o no lo consideran importante en sus vidas.
La maduración psicomotriz, cognitiva y física dependen durante estos primeros años de vida del juego. La presencia y el apoyo a ese espacio lúdico son mensajes que los niños captan y por los que actúan en consecuencia. Más allá de las risas y el disfrute, compartir un juego genera fuertes lazos de confianza y beneficios para el desarrollo del guagua. Todo está claro, ¡A jugar se ha dicho!.
Ante cualquier duda, consulte a su médico.