Recién Nacidos

Deposiciones del recién nacido: ¿Qué es normal?

Consejos

 

Durante la primera semana de vida, el recién nacido elimina el meconio. Esta es la materia que se acumula en el intestino del feto durante la gestación. Se trata de una sustancia que tiene la característica de ser viscosa, espesa y de color verde oscuro casi negro. Se compone de células muertas, secreciones del estómago y también del hígado.

Por lo general, la primera deposición de la guagua se realiza en las primeras 24 horas de vida. Durante los primeros dos o tres días de vida la guagua va ir eliminando todo el meconio de su intestino. En ese casos las deposiciones serán de color oscuro o negro. Mientras que en los dos o tres días subsiguientes las deposiciones comienzan a ser verdosas. Este tinte más clarito marca una etapa de transición. Ya llegando a la semana de vida, la caca de tu hijo tendrá una coloración amarillo clarito.

En el primer mes de vida es normal que tu guagua haga de seis a ocho deposiciones por día. Durante este lapso las tomas suelen ser muy escasas. Esto irá cambiando con el correr de los días, lo que repercutirá directamente sobre la caca que expulse el niño.

Más allá de las reglas generales que marcan la pauta de la conducta del recién nacido, es importante aclarar que las deposiciones pueden variar en todo aspecto dependiendo de la leche que el bebé tome. No será lo mismo aquél que se alimenta con leche materna con aquél al que le dan leche de fórmula.

Los bebés alimentados con el pecho de su madre suelen hacer caca mayor cantidad de veces. Habitualmente las deposiciones se concretan después de cada toma. La razón de esta conducta es lo que se denomina el reflejo gastro-cólico que todas las personas van perdiendo a medida que crecen.

El color es amarillo-verdoso o amarillo-mostaza, tiene poco olor y también poca consistencia. Es por eso que generalmente son líquidas o semilíquidas con grumos.

Por otro lado, es necesario comprender que las deposiciones de los recién nacidos alimentados con leche materna también pueden variar en la coloración, la consistencia y el olor en función de los alimentos y medicamentos que tome la madre.

En cambio, en las guaguas alimentadas con leche de fórmula el número de deposiciones también es variable, aunque mucho menos que en los casos de lactancia materna. En este caso se suelen contabilizar entre tres y cuatro deposiciones al día. Tienen una consistencia más pastosa y el olor es mucho más intenso. La coloración es amarillenta, pero también puede ser más marrón o verde.

Guía de colores con los tipos de deposiciones

Negro o verde oscuro: El meconio. Es lo primero que expulsa después del nacimiento. Son las primeras cacas de tu bebé que tienen la particularidad de ser alquitranadas y de color negro.

Verde amarillento. A medida que pasa el tiempo y bebé comienza a digerir la leche materna, las deposiciones pasan al color verde amarillento.

Amarillo. Los recién nacidos lactantes habitualmente tienen deposiciones blandas. El color es por lo general similar a un mostaza claro. Este color se empieza a observar después de la primera semana de vida.

Amarillo o marrón claro. Este es el caso de los guaguas que toman leche de fórmula. Al amarillo o marrón claro se le puede sumar un tinte verdoso. Tienen consistencia más sólida.

Por último, hay que tener en cuenta que a medida que pase el tiempo y tu bebé comience a ingerir alimentos sólidos la caca va ir mutando en diferentes colores. Eso dependerá de muchos factores y es por eso que no se la puede clasificar con un color determinado. También habrá un cambio importante en la consistencia y el olor.

¿Qué es el estreñimiento y cuáles son sus síntomas?

El estreñimiento crónico se define a partir del hallazgo de deposiciones poco frecuentes o la dificultad para evacuar. Este cuadro se debería repetir durante varias semanas para encender las señales de alarma. En términos prácticos podría decirse que tu guagua padece estreñimiento cuando hace caca menos de tres veces por semana.

Si bien el estreñimiento ocasional es muy común, hay personas que experimentan el estreñimiento crónico que puede interferir directamente en su capacidad de realizar sus tareas diarias. El estreñimiento crónico también puede provocar que las personas hagan demasiada fuerza para defecar.

El estreñimiento se produce habitualmente cuando la caca o las heces se mueven con demasiada lentitud a través del tracto digestivo o cuando no pueden eliminarse del recto de manera eficaz. Esto provoca que se seque y se endurezca.

Los profesionales de la salud aseguran que el estreñimiento crónico puede depender de múltiples factores, pero en la mayoría de los casos es difícil identificar una causa en particular.

Cabe destacar que el estreñimiento es muy inusual durante el primer mes de vida. Se debería recurrir a un médico sólo en el caso de que tu hijo tenga mucha dificultad, se pone muy inquieto o llora al momento de defecar. Otras señales a las que los padres deben estar atentos es a las deposiciones que se presentan muy duras o en forma de bolita.

En todos estos casos no se recomienda estimular al niño dándole zumos, laxantes ni infusiones a menos que el médico lo indique. Durante los primeros seis meses de vida solo se recomienda que el bebé tome leche materna o leche de fórmula en el caso de que la madre tenga alguna dificultad de salud que le impida darle la teta a su hijo.

En el otro extremo, hay que mencionar a la diarrea como otro de los cuadros posibles que un niño puede afrontar. En el caso de que aumente el número de deposiciones o la consistencia de los desechos es mucha más blanda, se podría estar ante un cuadro de diarrea.

A los posibles diagnósticos de estreñimiento y diarrea, se le pueden sumar otro tipo de dudas en torno a la consistencia de las deposiciones de tu guagua. Se recomienda consultar con un profesional cuando la caca sigue siendo negra después de varios días del nacimiento o cuando son de color rojo o tienen sangre.

Otro motivo de consulta con un médico es cuando las deposiciones son blancas o también cuando la consistencia es inusualmente acuosa para tu bebé. En este listado también hay que tener presente cuando la caca es sistemáticamente sólida y difícil de expulsar para tu bebé.

Es fundamental que la observación de los padres sea más que atenta. Al dirigirse al profesional de la salud será necesario hacer una descripción clara de las deposiciones de tu bebé para poder otorgar herramientas de análisis válidas que lleven a generar diagnósticos acertados. Mientras más detalles puedas brindar, mejores conclusiones podrá sacar el médico.

Tu bebé puede ser intolerante a la lactosa

A la hora de alimentar al recién nacido otra de las cuestiones que hay que tener en cuenta es el cuadro de intolerancia a la lactosa. Esto se traduce en la incapacidad que tiene el organismo de tu guagua para digerir el tipo de azúcar que se encuentra en la leche y en otros productos de origen lácteo.

La intolerancia se produce cuando el intestino delgado no es capaz de producir suficiente enzima lactasa, la encargada de digerir la lactosa. En el caso de no tener suficiente enzima lactasa, la lactosa no se logra digerir completamente y permanece en el intestino. Una vez que pasa al colon es fermentada por la flora intestinal y genera como consecuencia gases y sustancias que provocan que la heces se vuelvan más líquidas. Esto da como resultado molestias gastrointestinales.

La intolerancia a la lactosa se considera primaria cuando tiene un origen genético. Esta es la más común en la población y se limita a la capacidad de producción de lactasa que va disminuyendo con el paso del tiempo.

La intolerancia a la lactosa secundaria se produce después de que la persona haya sufrido una enfermedad o padezca secuelas de una cirugía en el intestino. Este cuadro puede aparecer en personas de cualquier edad, incluso en un bebé.

En tanto, la intolerancia a la lactosa congénita se trata de un trastorno poco frecuente en el cual los bebés no son capaces de digerir la leche materna, ni tampoco la leche de fórmula convencional. Esto se debe a que a una alteración en el gen que se encarga de producir la lactasa. Esta intolerancia se identificará en los primeros días de vida de tu bebé ya que cuando tome la leche presentará una reacción adversa.

Por último, también es posible descubrir la intolerancia a la lactosa del desarrollo. Este cuadro se presenta en las guaguas prematuras. Se trata de de un problema de falta de maduración del sistema digestivo del bebé que se suele remitir a medida que va transcurriendo el tiempo.

En el caso de que identifiques algún tipo de anomalía en tu bebé que se relacionan directamente con la intolerancia a la lactosa, lo primero que tienes que hacer es acudir a un pediatra. En primera instancia se realizarán exámenes para confirmar si realmente tu hijo es intolerante a la lactosa. A partir de allí se darán las pautas a seguir para llevar adelante un tratamiento.

La supresión de la leche se debe realizar después de que el médico lo haya indicado. Habrá que esperar las indicaciones necesarias para que a tu guagua no le falte ningún nutriente en su alimentación diaria.