Las contracciones de Braxton Hicks, también conocidas como “contracciones falsas o de práctica”, son normales en el embarazo, y muchas mujeres las experimentan en algún momento. Aunque pueden ser incómodas, generalmente no son dolorosas ni indican que el parto sea inminente.
En este artículo, te explicaremos qué son las contracciones de Braxton Hicks, cuándo suelen ocurrir y te ofreceremos consejos prácticos sobre qué hacer cuando se presentan. Comprender estas contracciones ayuda a las mujeres embarazadas a diferenciar entre el trabajo de parto verdadero y las falsas alarmas, reduciendo la ansiedad y favoreciendo una mejor preparación para el momento del parto.
¿Qué son las contracciones de Braxton?
Las contracciones de Braxton Hicks son contracciones uterinas esporádicas e indoloras que pueden comenzar a sentirse en el segundo trimestre del embarazo. Su función principal es preparar el útero y el cuello uterino para el trabajo de parto.
A diferencia de las contracciones “reales”, estas no causan dilatación cervical significativa y no siguen un patrón regular. En esencia, son una forma que tiene el cuerpo para practicar. Además, ayudan a fortalecer los músculos uterinos y aumentan el flujo sanguíneo a la placenta.
Características de las contracciones
Para diferenciar entre las contracciones de trabajo de parto y las contracciones de Braxton Hicks, es importante conocer sus características principales:
- Sensación de endurecimiento: durante las contracciones de Braxton Hicks, se produce un endurecimiento y tensión de los músculos del útero, que suele comenzar en la parte superior del útero y se extiende hacia abajo. Esto hace que el abdomen se sienta duro al tacto.
- Intensidad y duración: estas contracciones son menos intensas que las contracciones de parto y no siguen un patrón regular. Su duración varía de unas mujeres a otras, pero puede durar entre 30 segundos y 2 minutos.
- Frecuencia: no son regulares ni tampoco siguen un patrón establecido. Por ejemplo, pueden producirse varias veces en un día y desaparecer por varios días o incluso semanas. Por lo general, no se vuelven más frecuentes ni más dolorosas con el tiempo.
- Dolor: no suelen ser dolorosas, pero sí que suelen causar una sensación de incomodidad o presión.
- Cese con actividad: una de las características más distintivas de las contracciones de Braxton Hicks es que a menudo disminuyen o cesan al cambiar de posición, descansar o hidratarse, lo cual no ocurre con las contracciones del trabajo de parto real.
Diferencias de las contracciones de Braxton Hicks con las del trabajo de parto
Hay varios factores que pueden ayudarte a distinguir si lo que estás padeciendo son contracciones de Braxton Hicks o si, verdaderamente, has comenzado con contracciones de parto. Estas son las principales diferencias entre ambas:
- Regularidad: las contracciones de trabajo de parto son regulares y aumentan en frecuencia e intensidad con el tiempo, mientras que las de Braxton Hicks son irregulares y no se vuelven más intensas. Además, las segundas suelen ceder con el descanso o el cambio postural, por ejemplo.
- Duración y dolor: las contracciones de trabajo de parto son, generalmente, más dolorosas, duran más que las contracciones de Braxton Hicks y se intensifican conforme pasa el tiempo.
- Impacto en el cuello uterino: otra diferencia clara es que las contracciones “falsas” no provocan cambios significativos en el cuello uterino (ni lo dilatan ni borran el cuello del útero), mientras que las contracciones del trabajo de parto causan dilatación y borramiento cervical.
¿Cuándo ocurren las contracciones de Braxton Hicks?
Si no sabes cuándo es normal que se produzcan las contracciones de Braxton Hicks, a continuación, veremos si es habitual que las mujeres embarazadas las sientan, según la etapa del embarazo en la que se encuentren:
Primer trimestre
Desde el inicio, el útero puede comenzar a contraerse, solo que a veces no llegan a percibirse porque son muy leves. En este sentido, es raro que las mujeres embarazadas sientan este tipo de contracciones durante el primer trimestre del embarazo. No obstante, aunque no es algo común, algunas mujeres pueden experimentarlas, pero suceden sin generar alarma, debido a su baja intensidad.
Segundo trimestre
Durante el segundo trimestre, es más probable que las embarazadas noten un aumento de su presencia, pues el útero comienza a expandirse y el cuerpo se ajusta al embarazo. Sin embargo, las contracciones de Braxton Hicks siguen siendo infrecuentes y leves.
Tercer trimestre
Las contracciones de Braxton Hicks en el tercer trimestre se vuelven más frecuentes y se hacen más perceptibles. A medida que el cuerpo se prepara para el parto, estas contracciones pueden volverse más frecuentes y más intensas, ya que el útero se está preparando para el trabajo del parto.
No suelen ser dolorosas, ni tampoco indican que el trabajo de parto esté cerca, pero sí que sirven para fortalecer los músculos uterinos y preparar el cuello uterino para que comience a dilatarse.
¿Cuáles pueden ser los factores desencadenantes de las contracciones de Braxton Hicks?
Existen diversos motivos por los que pueden desencadenarse las contracciones de Braxton Hicks, entre los que se encuentran los siguientes:
- Deshidratación: la falta de líquidos puede causar que las contracciones de Braxton Hicks se vuelvan más frecuentes. Mantenerse bien hidratada puede ayudar a reducir su frecuencia e intensidad.
- Actividad física intensa: el ejercicio vigoroso o el estar activo durante largos periodos puede desencadenar estas contracciones. Por ello, es importante moderar la actividad física y descansar cuando sea necesario.
- Movimiento del bebé: los movimientos del bebé en el útero pueden estimular las contracciones, pues provocan que el útero se contraiga.
- Vejiga llena: una vejiga llena puede aumentar la presión en el útero y desencadenar contracciones de Braxton Hicks.
- Relaciones sexuales: la actividad sexual, especialmente el orgasmo, puede provocar estas contracciones debido a las hormonas liberadas durante el sexo y al aumento del flujo sanguíneo.
¿Qué hacer cuando se presentan las contracciones de Braxton Hicks?
Tan importante es saber identificar si son contracciones de Braxton Hicks o de trabajo de parto como qué hacer en cada caso. Por ello, a continuación, te mostramos algunos consejos para conseguir que desaparezcan o que disminuya su intensidad:
- Hidratación: beber suficiente agua puede ayudar a prevenir y aliviar las contracciones de Braxton Hicks. Se recomienda consumir al menos entre 8 y 10 vasos de agua al día.
- Cambio de posición: cambiar de postura puede aliviar las contracciones o reducir su intensidad. Si estás de pie, intenta sentarte o acostarte. Si estás sentado o acostado, prueba caminar un poco.
- Relajación: practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el yoga prenatal, puede ayudar a reducir la frecuencia y la intensidad de las contracciones.
- Ir al baño con frecuencia: hacerlo regularmente ayuda a aliviar la presión sobre el útero y a reducir las contracciones de Braxton Hicks.
- Baño tibio: puede ayudar a relajar los músculos uterinos y reducir la frecuencia de las contracciones, proporcionando alivio. Asegúrate de que el agua no está demasiado caliente.
- Masajes: recibir un masaje suave en la parte baja de la espalda o en el abdomen puede ayudar a relajar los músculos y reducir la incomodidad.
¿Cuándo deberías consultar al médico?
A pesar de que las contracciones de Braxton Hicks son una parte común del embarazo y no tienen por qué indicar que el trabajo de parto está próximo, hay algunos casos en los que es importante buscar atención médica y consultarlo con tu ginecólogo, por ejemplo, en caso de:
- Contracciones regulares y dolorosas que no cesan con el cambio de actividad o reposo: habría que consultarlo porque podría ser un signo de trabajo de parto prematuro si se presentan antes de las 37 semanas de gestación.
- Sangrado vaginal o pérdida de líquido amniótico (que puede indicar la ruptura de la bolsa amniótica): son señales de alerta que deben ser evaluadas de inmediato por un ginecólogo o matrona, ya que pueden indicar problemas, como el desprendimiento de placenta. Asimismo, la pérdida de líquido es una señal de ruptura prematura de membranas.
- Disminución en el movimiento de la guagua: si notas una reducción significativa de los movimientos de tu bebé o dejas de sentirlos, puedes probar a cambiar de postura o comer algo. Si, aún así, sigues sin sentirlos, es importante buscar atención médica para asegurarte de que todo esté bien.
- Persistencia de las contracciones: si estas no cesan o no disminuyen e, incluso, se vuelven muy frecuentes e intensas después de seguir las recomendaciones, se debe buscar atención médica para que te realicen una evaluación más detallada y comprobar que no haya complicaciones.
- Dolor en la parte baja de la espalda: si va a acompañado de contracciones uterinas, puede ser indicativo de trabajo de parto. Si, además, es rítmico e incrementa su intensidad, busca atención médica cuanto antes.
Las contracciones de Braxton Hicks, como ya hemos mencionado, son una parte normal del embarazo y suelen ser una señal de que el cuerpo se está preparando para el momento del parto. Conocer cuándo ocurren y cómo puedes manejarlas, te ayudará a reducir la ansiedad y mejorar tu experiencia del embarazo.
Además, si bien son inofensivas y no son motivo de preocupación, es importante saber cuándo hay que buscar atención médica para asegurarse de que la gestación progresa de una manera saludable y segura tanto para la mamá como el bebé.
FAQs
¿Cómo saber si son contracciones de Braxton?
Cuando se producen contracciones de Braxton Hicks, la mujer embarazada siente que el abdomen se vuelve firme y tenso al tacto. Después de unos segundos o unos pocos minutos, se relaja.
¿Dónde empieza el dolor de las contracciones?
Las contracciones de trabajo de parto provocan un dolor o presión que suele comenzar en la espalda baja e irradia hacia el abdomen.
¿Cuántas veces al día se dan las contracciones de Braxton?
Las contracciones de Braxton Hicks pueden producirse alrededor de unas diez veces al día y no más de tres por hora. Además, carecen de regularidad.
Fuentes relevantes de información:
https://americanpregnancy.org/es/healthy-pregnancy/labor-and-birth/braxton-hicks/
https://www.cun.es/chequeos-salud/embarazo/contracciones-embarazo